No está todo perdido

El Real Valladolid plantó cara a un equipo de primera. Como era de esperar ambos técnicos alinearon a los menos habituales. Durante los primeros 45 minutos ninguno de los dos equipos fueron capaces de generar peligro. Excepto el Pucela, por medio de Gianniotas que roba un balón en el pico del área y se planta en frente del portero con todo a su favor, pero el griego la mandó arriba.
La segunda parte comenzó de manera horrible para los de Luis César. Una jugada individual de Kone, que fue una pesadilla para la defensa blanquivioleta, acabó en el 0-1 de Rico. No tardaron mucho en reaccionar los locales. Cinco minutos después, una falta que centra Sergio Marcos es rematada por Cotán, que puso las tablas. Cuando el partido ya llegaba a su fin y con el Pucela en busca del 2-1, una contra del Leganés pilló descolocada a la defensa pucelana y Beauvue hizo el definitivo 1-2.

Algunos de los a priori suplentes, aprovecharon la oportunidad para demostrar al míster que puede contar con ellos en los partidos de Liga. Gianniotas y Calero fueron los mejores. Luis César tendrá que pensar si no se merecen estar el próximo domingo en el once titular contra el Reus.

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