Un punto y gracias

Se presentaba un partido complicado en el Molinón, si los de Paco Herrera hubieran ganado se habrían colocado a solo un punto del líder (el Huesca). El once del Pucela presentó numerosas novedades, Borja, Nacho, Deivid y Hervías sustituyeron a Anuar, Ángel, Calero y Plano respectivamente. Luis César tenía la intención de conceder mucho menos en defensa y no le salió muy bien. En el minuto cinco, un vacío enorme en la banda izquierda, es aprovechado por Calavera que pone un centro medido a Scepovic para que el delantero haga el 1-0. Otra vez la misma historia y otra vez por el mismo lado, donde ya vienen siendo costumbre los errores defensivos que cuestan goles, independientemente de si esté Ángel o Nacho. Los visitantes tuvieron el balón el resto de la primera parte pero sin generar ningún peligro, el balón circulaba de un central a otro sin ninguna intención de sacarlo jugado hacia delante. Y es que es muy difícil que el balón llegue limpio a los tres de arriba cuando en el medio del campo no hay nadie. Borja se coloca entre ambos centrales e Iban a la misma altura que Mata, de esta manera Luismi es la única conexión entre la defensa y el ataque.
El panorama no cambió durante la segunda parte, cada vez que los locales se acercaban a la portería de Masip generaban peligro y no precisamente por su excelente juego si no por las carencias y errores de la zaga blanquivioleta. Si no llega a ser por el cancerbero catalán el resultado habría sido distinto.
En una de las llegadas por banda del Pucela, los de Luis César consiguieron generar un corner que remató Luismi a la escuadra, imposible para Mariño. A raíz del empate, las líneas se separaron mucho más y el Real Valladolid consiguió crear ocasiones, a balón parado sobre todo, que fueron desbaratadas por el portero local.

Al final, un punto es un punto. Para el resto de equipos va a ser muy complicado sacar algo positivo de Gijón y en está Liga 1|2|3 todo cuenta y eso lo sabemos bien los pucelanos.

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