Durante los últimos años hemos culpado varias veces a los jugadores por su falta de ganas o interésenel campo. Pero este año no es así, no se si el problema será más grave pero desde luego es más difícil de solucionar. El Pucela sigue sin encontrar un estilo definido, sin conectar la defensa con el ataque, si no es cuando Jaime Mata se pega con todos sus defensas tratando de recibir y sobre todo, sigue siendo un equipo muy vulnerable en defensa. Hecho que se demostró el pasado fin de semana cuando recibió dos goles en menos de 3 minutos. A su vez es incomprensible que, teniendo a un jugador (Jaime Mata) que ha marcado más de la mitad de los goles (18) que el primer clasificado (Huesca), el Pucela esté décimo en la clasificación.
El cúmulo de circunstancias negativas se volvió a demostrar de el Sadar.Todo parecía muy bonito al descanso, pero la gente era consciente de lo que acabo pasando. Más de uno en las redes sociales aseguraba que el partido no iba a acabar como había acabado la primera parte.
La situación del Real Valladolid cada vez es menos sostenible, la continuidad de Luis César cada vez es más dudosa pero todavía genera más inquietud si este equipo será capaz de dar la vuelta a la tortilla en la segunda vuelta.
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