Contra doce

No hay nada más doloroso para cualquier aficionado a un equipo que tener la sensación de que ha sido el arbitro el que ha decidido el devenir del partido. Y más aun cuando ese equipo ha luchado hasta el último minuto.


Así fue el encuentro del Real Valladolid el pasado fin de semana contra el conjunto maño. Quien ganara se aseguraba prácticamente el disputar los play-off y lo que estaba en juego se demostró en el campo. El conjunto blanquivioleta jugo un muy buen partido, generando ocasiones sobre todo por medio del Toni y salvo en el primer gol, el Pucela demostró una solidez defensiva que hacia tiempo que no veíamos.

Los de Sergio González no se merecieron salir derrotados de La Romareda y menos de esa manera, dentro de lo malo seguimos dependiendo de nosotros mismos.

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